Cuidado de las prendas

• Nunca meta demasiada ropa en la lavadora, ya que esto dificultará el lavado a fondo y puede causar arrugas.
• La ropa muy sucia debe lavarse sola. Además, los blancos siempre deben lavarse separados de los colores oscuros y brillantes.
• Recomendamos que use un detergente de marca reconocida, especialmente para tejidos con una composición de lana. Evite, siempre que pueda, usar detergentes simples o económicos.
• Mucho cuidado con el uso excesivo de detergente o suavizante; en vez de tener ropa más limpia y suave, tu ropa se desgastará. El uso de suavizantes puede ser perjudicial para la conservación de algunas prendas, especialmente prendas de punto, poliéster y forros de las prendas. Mejor dejar su uso para prendas de algodón.
• Recomendamos lavar en agua tibia, o al menos de vez en cuando. La mayoría de los detergentes funcionan mejor en agua tibia y las prendas se verán más limpias/brillantes.

• Cuando tengas una mancha, actúa antes de que se seque. Mientras más rápido actúes, más fácil es eliminarlas. Absorba cualquier exceso de suciedad, pero no intente eliminar la mancha a menos que sepa lo que está haciendo.
• A menudo, los quitamanchas pueden ser efectivos, pero siempre pruébelos primero en una parte oculta de la prenda y siga las instrucciones del fabricante.
• Los tintorerías son expertas en la eliminación de manchas. Sin embargo, necesitan saber cuál es la mancha para poder elegir el químico adecuado y más efectivo.

¡UNAS PALABRAS DE ADVERTENCIA!
Algunos remedios caseros pueden empeorar las cosas, por ejemplo:

• ¡Tratar una mancha de vino tinto con vino blanco solo duplica el trabajo de limpieza en seco y es un desperdicio de vino!

• En la secadora, los programas de tiempo muy largos o a temperaturas muy altas, a menudo acortan la vida útil de las prendas ya que causan desgastes en las fibras textiles.
• Si puedes evitarlo, no dejes las prendas blancas bajo la luz directa del sol. Los rayos UV pueden hacer que las prendas blancas adquieran un color grisáceo o amarillento.

• Las prendas deben colgarse con espacio alrededor de ellas para que no se aplasten o arruguen. Deben colocarse en un armario o cubrirse para protegerlas del polvo.
• No uses perchas de alambre, son demasiado finas y provocan un estiramiento de las fibras de la ropa en la zona de los hombros. Utiliza, siempre que puedas, perchas anchas de madera.